La autora de este apasionante libro es Concepción Sanfiz, antigua profesora
de nuestro centro. Me siento muy afortunada de haber podido ser su alumna y
aprender de ella, ya que además de una gran profesora es también una
maravillosa escritora. La memoria de los árboles es su primera novela y
su lectura no deja indiferente a cualquiera.
La narradora y protagonista es Irene, una profesora lucense de Lengua
Española que se va a vivir a Olba, un pequeño pueblo de la montaña asturiana.
La trama se desarrolla en torno a varios personajes a los que ella da el nombre
de “árboles”, pues son personas que se caracterizan por la generosidad callada
de los seres que hacen bien a los demás sin que apenas se note. Para ella un
“árbol” es su padre, al que perdió cuando era una niña y que su ausencia hace
que tenga la necesidad de explorar el pasado. Irene escribe un libro para
hacerle justicia a todos los personajes que van apareciendo a lo largo de la
novela, al mismo tiempo que describe el pueblo, su paisaje y las historias que
lo rodean. Con esta narración consigue reflejar el paso del tiempo, la
importancia de recordar y sobre todo la nostalgia o “morriña” cuando alguien se
aleja de su lugar de procedencia y los cambios que se producen en esa ausencia.
Una frase que me ha marcado mucho, al igual que la historia del personaje que
la cita, es “el nombre de una persona encierra toda su dignidad”.
La intercalación de historias hacen que la novela sea muy amena y
entretenida. A través de la variedad de personajes, anécdotas y detalladas
descripciones conseguimos crear una imagen de la belleza de Olba. Gracias a
Juan Camacho, Marcelo, Ernesto, Antonio, Isabel… podemos conocer historias
fascinantes y empatizar con ellos por la gran calidad de la escritura que
caracteriza cada una de las líneas. Sin duda es una lectura muy recomendada
para todo el mundo, estoy deseando poder leer su próxima creación.
Lucía Campos 2º BAC
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