Zelda y Felix consiguen escapar del
tren, pero no tenían tiempo a pararse ya que podría llegar otro, así fue, pero
cuando llegaba, ellos ya habían logrado llegar a un bosque donde al otro lado
había un campo de exterminación.
Los nazis los descubrieron y
empezaron a disparar, lograron escapar de los disparos cubriéndose el rostro
con la maleza.
Al despertar deciden ir en busca de
unos nuevos “padres”. Encontraron a un hombre que iba con un remolque lleno de
nabos pero al montar Felix se dio cuenta que tenía una pancarta en la que ponía
que quien entregara a dos judíos les darían una recompensa, entonces saltaron
los dos jóvenes.
Al día siguiente encuentran a su
futura “madre” llamada Genia, esta mujer les da cobijo a los dos, estaba sola
en la casa ya que su marido (un nazi) estaba destinado y llevaba 4 años sin
saber nada de él.
Genia les dio nuevas identidades y pasaron de ser Felix
a Wilhelm y Zelda a Violet Elizabeth o como la llaman siempre Violetta.
Cuando van a esconderse de los
nazis al establo es cuando conocen a Leopold(el perro),a Troski (el cerdo) y a
las gallinas.
Un día llega un muchacho y pasa a
ver a Leopold, Felix se quedó extrañado ya que era la primera vez que veía un
joven en los alrededores. Con el tiempo supo que era adoptado por el señor del
remolque de nabos
Zelda, Genia y Felix fueron varias
veces al centro del pueblo a la tienda de una señora llamada Szynsky, ésta
mujer tiene un hijo llamado Cyryl que sospechaba de Felix ya que no quiso
bajarse los pantalones para comprobar si era judío.
Un día por la mañana encuentra al
marido de Genia en su cobertizo donde iba a dejar una carta de que no iba a
volver, es entonces cuando él le permite quedarse. Cuando van al pueblo en
busca de Genia y Zelda es cuando se enteran de que Cyryl había avisado a la
policía y a los nazis, ahí es cuando se da cuenta Felix, cuando ve a las dos
chicas colgadas.
Javier Mulet 2º ESO
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