DIEZ NEGRITOS Agatha Christie
El libro
empieza presentando a los personajes, los diez negritos, personas sin ninguna
relación entre sí. Todos son invitados a la Isla del Negro, comprada por Mr.
Owen, un anfitrión al que no conocen. Éste se retrasa y la primera noche, a la
hora de cenar, los criados activan un tocadiscos por orden escrita de su jefe.
De él sale una voz recitando los asesinatos que han cometido los huéspedes, a
partir de ahí, siguiendo el orden de una canción infantil, empiezan a morir,
uno por uno.
Los negritos restantes intentarán descubrir al asesino, hasta
llegar a la conclusión de que no hay nadie más en la isla y que uno de ellos
tiene que ser el culpable.
Al ir muriendo gente van descartando sospechosos. El
médico y el juez traman un plan, y este es fingir la muerte del juez, para
descolocar al asesino. Lo que el médico no sabe es que el juez es en verdad el asesino. Al reunirse por la noche para comentarlo, el juez lo empujó por el
acantilado y volvió a su sitio a hacerse el muerto.
Las tres personas restante buscaron al doctor por toda la isla, pensando que era él el criminal, pero tras
otra muerte, quedando sólo dos personas y encontrando el cadáver del que creían
desaparecido, se acusaron mutuamente y la maestra, ingeniosamente le quitó el
arma y cuando su contrincante intentó quitársela, le disparó en el corazón, al
hacer esto, por los remordimientos de éste y otro asesinato anterior, se
suicida, cayendo en la trampa psicológica que le tendió el magistrado.
La obra
termina con la carta de éste confesando su crimen, sus razones y cómo lo hizo
todo. Esta confesión es tirada al mar, ya que quiere que el misterio de la isla
del Negro siga sin resolver.
Zeltia Ferreiro Veres 1º BAC
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