La casa de Bernarda Alba es la primera obra de teatro que leo de García Lorca y, sin duda, podría
decir que es una de las mejores que he leído en mi vida. Me han llamado mucho
la atención los amoríos entre las hermanas por
un personaje que nunca sale en la obra, sino que solo es nombrado. Está
magníficamente bien escrita y muestra las costumbres, relaciones y valores de
la España rural, machista por definición, en la que las mujeres no tenían
ningún poder de decisión. En esta época la reputación y el "qué
dirán" son más importantes que la felicidad propia o, incluso, el amor.
Se cuenta la historia de Bernarda Alba y sus cinco
hijas. La madre, tras enviudar por segunda vez, impone un luto familiar de ocho
años, sin preocuparse de arruinar la juventud de sus hijas. La trama comienza
cuando a la hija mayor le surge un pretendiente, Pepe el Romano.
La visión de Lorca es la de un poeta, haciendo uso de
numerosos símbolos e imágenes que acercan la historia al mito. La precisión del
lenguaje tradicional, la caracterización de los personajes y el desarrollo de
la trama, que conduce a un final de tragedia, convierten esta pieza en una obra
maestra del teatro y de la literatura española. A pesar de ser una obra de
teatro sencilla estructurada en tres actos (presentación, nudo y desenlace),
comprender y reflejar la realidad social desde la perspectiva femenina no es
sencillo.
Lucía Campos 2º BAC
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